martes, 23 de abril de 2013

La piedra que no se movía.




P. Modesto Lule msp





Estaba un día Diógenes en la esquina de una calle riendo como un loco. -¿De qué te ríes?, preguntó uno que pasaba por ahí. -De lo necio que es el comportamiento humano, respondió. -¿Ves esa piedra que hay en medio de la calle?
Desde que llegué aquí esta mañana diez personas han tropezado con ella y la han maldecido, pero ninguna de ellas se ha tomado la molestia de retirarla para que no tropezaran otros con ella. Y Diógenes siguió riendo.

Nos puede pasar lo mismo y estar todo el tiempo mirando a los demás como tropiezan. O podemos hacer la diferencia y quitar las piedras. Quizá quitar las piedras o quizá quitarnos nosotros para no hacer caer. Porque muchas veces nosotros somos la piedra para otros. Comencemos desde hoy haciendo la diferencia.



Hasta la próxima.

No hay comentarios :

Publicar un comentario