No soy de los que se espantan
cuando escuchan palabras altisonantes, pero si me llama la atención ver que las
personas cuando más acomplejadas son, más las utilizan.
El día de las votaciones al
estar en fila para poder votar me tocó estar cerca de un varón que se expresaba
de forma soez en cada instante. En los hombres es común, pero en las mujeres
esto se contagia cada vez más. Llegó pues una señora vestida a la usanza de las
secretarias pero con un lenguaje casi similar al del tipo que ya había llegado.
Que lastima por ella, ya que de lo que habla la boca está lleno el corazón. Por desgracia la carreta que va vacía es la que más escándalo
hace.
Hasta la próxima.
Gracias por compartir. Me gusta el comentario de la carreta "entre más vacía más escándalo. Y,si supieran que de cada palabra ociosa darémos cuenta a Dios...
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